El consejero delegado de PRISA ha salido indemne de la conjura ZP-Berlusconi en Villacertosa. Por tanto, los Polanco continúan con su extorsión: a la banca no se le paga y pobre del que se atreva a protestar.
El viernes 30 de octubre el consejero delegado de PRISA, Juan Luis Cebrián, cumplió 65 años de edad. Como regalo de cumpleaños, los Polanco, con p de poder, pueden regalarle la ruptura de las negociaciones con la Mediaset de Berlusconi, para comprarle Sogecable y la rendición plena a la estrategia cebrianita, que consiste en no pagar ni al panadero. O mejor, pagar a todo el mundo menos a los bancos, entidades muy sensibles a las críticas de los medios y que, por lo general, no saben tratar con los editores. Se lo explico con dos anécdotas, la primera acaecida en vida de Jesús Polanco. El protagonista es el BBVA, tras una información, por lo demás inane, publicada en El País, que hablaba de estancamiento del beneficio del Grupo. Francisco González, presidente de la entidad, exclamó: ¿Cómo puede hacerme esto a mí Jesús si le he pagado los vídeos que regala los domingos?. Como diría Groucho Marx, el mundo está desquiciado.
La segunda anécdota es mucho más reciente: un consejero delegado de uno de los bancos acreedores de PRISA se reúne con dos mandamases de PRISA, quienes le espetan: Gracias a vosotros estamos donde estamos. A lo que el aludido respondió: Gracias a nosotros, estáis.
Pero hay más regalos de cumpleaños para Janli. Desde Sevilla, llegaba otro presente, para ser exactos de Telefónica, y en palabras del propio César Alierta: las conversaciones con PRISA para la compra de la plataforma Digital van por buen camino. Y tales palabras se pronuncian, fíjense bien, cuando los franceses de Vivendi -conocidos en la plantilla de PRISA como nuestros hermanos de logia- han dicho que no quieren saber nada del asunto.
En cualquier caso, los españoles podemos respirar tranquilos: Janli no se jubila. Además, acaba de superar la mayor conjura realizada contra él, la trenzada por José Luis Rodríguez Zapatero y Silvio Berlusconi en Villacertosa, que además de ser conocida como Villacerdosa ahora resulta que tiene gafe.
Si yo fuera don Silvio, la pondría en venta. Ambos mandatarios acordaron en tan espléndido marco que Mediaset compraría Sogecable y Cebrián saldría del Grupo o se convertiría en un presidente con fecha de caducidad. Los Polanco veían ahí la solución a su asfixia económica y la oportunidad de salvarse de Janli. Sin embargo, éste ha conseguido hundir la operación y mantener su línea: chantajear a la banca y colocarle Digital a Telefónica, además de ir vendiendo trozos de Santillana, Media capital, etc., manteniendo la mayoría mientras sea posible.
Y luego está la segunda opción, Caja Madrid. De los 1.950 millones de deuda de PRISA con un conjunto de entidades, principalmente Santander-Banesto, Caixa, Caja Madrid y HSBC, que vencen -tras un año de prórroga sin apenas coste para PRISA- el próximo mes de marzo, nada menos que 400 corresponden a Caja Madrid (la deuda total de PRISA con la entiad madrileña supera lso 600). Por tanto, Cebrián apuesta, o bien por la continuidad de Blesa hasta entonces, pues el presidente de la caja está entregado a Gallardón, el gran amigo de PRISA, o bien por Rodrigo Rato, íntimo de PRISA y ahora, cosas veredes Sancho, amigo de Gallardón por propio interés y enemigo de Aguirre por la misma razón. En otras palabras, tanto Blesa como Rato serán indulgentes en la deuda de PRISA con Caja Madrid. Ignacio González, desde luego, lo sería bastante menos, al igual que Manuel Pizarro o Luis de Guindos.
Feliz cumpleaños Janli, y no te jubiles nunca. Todos te lo agradecerán... salvo la banca y Telefónica.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com