• Según el grupo editorial, la refinanciación de la deuda de 3.200 millones de euros ya ha sido aceptada por más del 80% de los acreedores.
  • Pero no explica ni una sola condición del preacuerdo.
  • ¿Qué esta pasando Sencillo: que Telefónica no cede. Abril Martorell exige 1.000 millones por el 56% de Sogecable y Telefónica baja de los 800 millones.
  • Aseguran en la operadora que la franquicia se está depreciando. Lo cual es cierto.
    Y ojo, porque los acreedores aún exigen más ventas para asegurar la viabilidad de la compañía.

Juan Luis Cebrián (en la imagen), presidente de PRISA, ha enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores un hecho relevante muy poco relevante, para ser exactos de lo más irrelevante: asegura que un 73% de los bancos y fondos acreedores (ahora resulta que los fondos de liberty ya no son propietarios, son acreedores. Pues vaya propietarios) se han sumado al principio de acuerdo para refinanciar la deuda global de 3.200 millones de euros a tres años.

Pero nada se nos dice de las condiciones. Y, sobre todo, nada se nos dice de la única condición -de otra forma, sería como para llevar a los banqueros al juzgado por perjudicar a sus accionistas y beneficiar a Cebrián- que le han impuesto los acreedores: que venda más activos.

Y ese es el problema de tan irrelevante hecho comunicado a la CNMV: que Telefónica no quiere poner el dinero que pide el negociador, el Ceo de PRISA, Fernando Abril Martorell, por la venta del 56% de Sogecable, quien solicita nada menos que 1.000 millones de euros por el porcentaje. Aseguran en la operadora de César Alierta que la franquicia Canal se ha depreciado y que, por lo tanto, no vale ni los 800 que hace meses ofrecieron. Ya se baja la oferta hasta los 700 millones, incluso menos. Y en lo de la depreciación andan cargados de razón.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com