Me pregunta un compañero periodista qué pienso de la famosa trama de los espías de Madrid. Según él, el asunto se va a prolongar.

Y es cierto, se prolongará tanto como considera El País que debe extorsionar al Partido Popular para demostrarle a ZP que les necesita y a los bancos acreedores que deben salvar a PRISA de la quiebra y a Telefónica de que les compre la TV de pago por 2.500 millones y salvarles de la quiebra. O sea, necesita hacer un alarde para extorsionar a los privados y congraciarse con lo público. Es la historia misma de El País. Pero volvamos a los espías: a estas alturas de la película, con páginas de tinta como para envolver todo el pescado y con minutos de televisión como para aburrir a Lorenzo Milá, ¿alguien sabe quién espiaba a quién y para qué? Yo, al menos, reconozco que no me enterado.

Luego está lo de las tramas de corrupción del PP, que los tres mosqueteros del zapatismo, PRISA, La Sexta y RTVE han establecido como verdad incontestable. Por ejemplo, en su edición de hoy, el diario El País centra la clave de la cuestión -edición del martes 17- en José Tomás. No el torero, sino el sastre, que encima trabajaba sobre confecciones de Milano. ¡Poco elegante es don Francisco Camps y Federico Trillo! Yo mismo, que tengo mucha mejor percha que ellos, tengo varios trajes de Emilio Tucci, sin duda mucho más elegante, dónde vas a comparar.

Al parecer, los líderes del PP no se venden, se alquilan por unos traje de Milano, de lo que debemos deducir que la trama desvelada por ese gran atacabos y desatanudos que es el juez Baltasar Garzón es una cosa muy profunda. Pero le basta al multimedia más poderoso de España, el grupo PRISA-Sogecable. Tirar de una cuerda que no llega ni al cordón de los zapatos es cosa de mucha risa y algo de llanto. Es pública -es más, es una plasta, de tan repetida- mi postura de que la política española no se regenerará mientras el PP no se vaya a freír gárgaras y siga en su agonía permanente (aquí sí que hacen faltan las sedaciones del doctor Montes, una eutanasia comme il faut) pero, con todo, no puedo evitar la risa tonta ante estos escándalos tramas y otras chorradas prefabricadas. Otros son los pecados del PP y mucho más graves.

Pero es que no se trata de eso, claro está. El objetivo consiste en que PRISA le demuestre a ZP que con Mediapro-La Sexta-Público no le basta para mantenerse en Moncloa, que todavía el brazo de los Polanco y de Janli Cebrián es muy largo, que les necesita. En otras palabras, que PRISA aún puede chantajearle a él -si no le ayuda a salir de la quiebra técnica donde está- y que puede extorsionar al PP, ahora que sube en las encuestas.

Se miente al lector, se chantajea al Gobierno y se extorsiona a la banca y a Telefónica. No es broma: ahora mismo, PRISA está refinanciando su deuda. Es decir, está exigiendo a los bancos que la condonen parte de ella, al tiempo que exige a Telefónica que le libre de la castaña ingestionable de las TV de pago por los precitados 2.500 millones de euros.

Es decir, El País está pactando ahora la misma política de sus enemigos, los progres de la derecha, los chicos de El Mundo, con la conspiración del 11-M. Sólo que ahora con trajes de milano y espionajes dirigidos por los servicios secretos de Andorra. Pero la táctica es siempre la misma: chantajes, mentiras y extorsiones. La historia misma de la progresía periodística.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com