El Gobierno Zapatero dice que ya son 200.000 los trabajadores que se han acogido a la nueva regularización. Ahora bien, en su empeño por hacer tabla rasa de toda la normativa del PP, por ejemplo el Decreto 64/2001 del Gobierno Aznar, promulgaba que uno de los procesos de reinserción para reclusos inmigrantes consistía en conseguir un contrato de trabajo. Si un empresario ofrecía un empleo a ese recluso, el Ministerio de Trabajo lo certificaba y el preso salía en libertad condicional. La prórroga era casi automática, y el trabajo es, en efecto, una buena forma de reinserción. Ahora bien, el Gobierno Zapatero anuló ese Decreto de la derechona... pero se olvidó ratificar esta modalidad. Total, ahora muchos presos se encuentran en la calle y sin trabajo. No vuelven a prisión porque se entiende que están en libertad condicional, pero nadie les renueva su contrato, porque Trabajo ya no los renueva.
Suponemos que muchos de ellos sentirán unas tentaciones tremendas de volver a delinquir.