El presidente andaluz, Manuel Chaves, es de los que perdonan pero no olvidan. Lo primero que ha hecho tras ser investido es acordar con Zapatero que Cajasur, la entidad financiera presidida por el sacerdote Miguel Castillejo (conocido ya como el cura Castillejo), pase al control de la Junta de Andalucía. Para ello, será necesario conculcar la última ley financiera de Rodrigo Rato (que permite a las cajas elegir entre estar sometidas a las comunidades autónomas o al Gobierno central en algunas materias) y hacer que Cajasur pase a ser controlada por la Junta. No es que le interese mucho la entidad (hay cajas más importantes en Andalucía), lo que quiere es cargarse a Castillejo, pues el cura cordobés se resiste numantinamente al frente de la entidad, resistiendo un ataque del PSOE que ya dura 8 años.
Naturalmente, Zapatero le ha dicho a Chaves que lo que haga falta.