En los preludios de las primarias en el PSOE es posible que el vicepresidente del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, haya cometido uno de esos errores de los que uno acaba arrepintiéndose.
Preguntado por los escándalos en los que se ve inmerso el vicepresidente tercero, Manuel Chaves, por su gestión al frente de la Junta de Andalucía, Rubalcaba tuvo distintas respuestas. El portavoz del Gobierno criticó los infundios y las calumnias que el PP lanza contra el vicepresidente tercero, pero, en dos ocasiones Rubalcaba señaló que conoce a Chaves desde hace mucho tiempo y puede asegurar que es "absolutamente honrado". Mucho aval para la serie de escándalos que comenzó con la hija de Chaves y a la que ahora se suman las acusaciones de cambios en la ley para beneficiar a las empresas representadas por su hijo Iván.
Recuerden estas declaraciones porque el aval de Rubalcaba podría pasarle factura, como el día en el que Felipe González puso la mano en el fuego por Mariano Rubio. Años después, el presidente tuvo que admitir que el que pone la mano en el fuego acaba quemándose.
Rodrigo Martín
rodrigo@hispanidad.com