Que el líder populista Venezolano, Hugo Chavez, apoyaba a López Obrador era conocido. Y probablemente ha sido uno de los factores que ha propiciado la victoria de Calderón. La sociedad mexicana mayoritariamente de clase media- no está para discursos populistas ni mucho menos para intromisiones de países extranjeras.
Ningún gobierno del mundo puede ganar con el 0,6% de ventaja, señaló el pasado miércoles el vicepresidente venezolano José Vicente Rangel, quien habló de un efecto electoral tequila. Rangel no explicó más, pero López Obrador ha estado utilizando como argumento electoral los escandalosos beneficios que hizo la banca con el rescate bancario del Gobierno mexicano tras la crisis bancaria de 1994 que fue bautizada como tequilazo. O dicho de otra forma, Rangel sugiere que el mundo financiero ha apoyado a Calderón devolviendo el favor de las inmensas utilidades obtenidas al calor del gobierno. Un gobierno que recordemos- en 1994 era del PRI, el partido hermano del que López Obrador se desgajó con ocasión del tequilazo.
López Obrador intentará la revolución en la calle al modelo Chávez. Pero la sociedad no va a digerir. México no es Venezuela, así que Andrés Manuel morirá matando.