Sr. Director:

El arzobispado de París lo ha confirmado. Jérôme Lejeune, descubridor del síndrome de Down y ardiente defensor del derecho a la vida frente al aborto, inicia su camino a los altares. Profesor de genética en la Facultad de Medicina en París y en el Hospital Necker para niños enfermos, falleció en 1994 a los 67 años.

En 1959, descubrió que el origen del mongolismo era la presencia de un cromosoma suplementario. Desde ese momento se dedicó a estudiar la enfermedad, acoger a los niños que sufren este síndrome y ayudar a las mujeres que atraviesan dificultades en su embarazo.

Ferviente católico y padre de cinco hijos, ha sido la figura emblemática de la lucha por la defensa de la vida. Su canto a la vida le convirtió en la víctima de los partidarios del aborto. Su hija Clara cuenta las dificultades que atravesaron cuando su padre pasó de ser un científico reconocido y prestigioso a ser un genetista al que había que hundir, sepultar en vida, por su oposición al aborto.

Por sugerencia de Lejeune, Juan Pablo II crea en 1994 la Academia Pontificia para la Vida y le nombra su primer presidente, en un gesto de afecto aunque sabía que tenía los días contados. Durante su viaje a Francia (1998), el Papa rezó ante tumba de Lejeune, lo que irritó a los abortistas que querían suprimir su figura.

Clemente Ferrer Roselló

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