Sr. Director:
Es un hecho que el tema del aborto platea distintas cuestiones -de índole muy diversa- de entre las cuales quiero comentar una que me sugieren ciertas manifestaciones de políticos y articulistas. Creo que subyacen en ellas notables falacias que pervierten el debate.

Es sabido que el presidente extremeño ha afirmado, como argumento para reprobar la propuesta legislativa que en estos momentos se debate, que el aborto ha de abordarse por el legislador prescindiendo de "planteamientos ideológicos". De ello ha de colegiarse que, a su juicio, la única opción que se presenta "desideologizada" es la de considerar el aborto como un derecho de la mujer: por tanto, si uno defiende la vida del nasciturus está ideologizado, y solo si no lo hace se presenta como ideológicamente neutro.

 

Pienso que es cierto que una cuestión como la del aborto, tan ligada a la dignidad humana debería permanecer extramuros de ideologías. ¿Que supondría Que no imperen criterios personales o políticos, sino que los regidores públicos asuman en este punto el dictamen de los científicos y, de resultas de este, el de los juristas.

 

Jaume Catalán Díaz