Como en las ediciones anteriores de la encuesta del CIS, los datos de 2012 confirman que para los jóvenes lo más importantes en sus vidas son la familia y los amigos.
En cambio, les interesa menos la política, y más cuanto más alejada de la realidad cotidiana de los entrevistados, por ejemplo los asuntos relacionados con la ayuda al desarrollo.
No obstante, los años de la crisis han supuesto un repunte en el seguimiento de los temas políticos. Otra cosa es la participación en la política a través de los cauces que podríamos llamar "tradicionales": solo crece la participación en manifestaciones, pero no la afiliación o el compromiso político activo.
En cuanto a la valoración moral de comportamientos destaca la aprobación mayoritaria del matrimonio homosexual (77,5%), el progresivo descenso en la aceptación de la "libertad total para abortar" (del 61% en el 2000 al 57% en 2012) y la decreciente valoración de la enseñanza religiosa en la escuela (del 50% de aprobación en 2008 a solo un 30% en 2012). Aumenta significativamente, y de forma constante, la proporción de los que justifican la pena de muerte para algunos delitos (34,5% en 2008, 43% en 2012).
También crece el apoyo a la eutanasia activa (aunque el texto de la pregunta –"ayudar a morir a un enfermo incurable que lo solicita"– puede aplicarse a casos donde no hay eutanasia propiamente).
Sin embargo, a la pregunta en 2009 de cómo se valoraba moralmente que una persona se suicidase, los jóvenes encuestados le daban un 3,5 sobre 10, cuando un año antes la idea de "ayudar a morir…" obtenía un 74% de apoyo. Como en otros temas, parece que la formulación de la pregunta importa.
Jesús D Mez Madrid