La Generalitat rechazó cumplir con la resolución del Tribunal de Justicia de Cataluña que obliga a introducir el castellano en las aulas con alumnos que así lo soliciten.
El argumento fue que se trata de varios autos cautelares dentro de un proceso judicial con un recurso pendiente en el Supremo. Excusas.
CiU practica desde hace tiempo la desobediencia frente a cualquier fallo a favor del castellano, incluidos los del Supremo.
Causa perplejidad que una administración deambule por la ilegalidad con una impunidad y ligereza insólitas.
Son los mismos que se llevan las manos a la cabeza porque Aragón no haya definido como catalán la lengua que se habla en algunas de sus comarcas más orientales. Por favor, un poco más de coherencia.
José Morales Martín