Soy usuaria habitual de los trenes de cercanías de Barcelona. Y me sorprende que justo antes de las elecciones catalanas en algunas líneas se nos esté entregando gratuitamente a los viajeros La Vanguardia, diario conocido por su afinidad a CiU.
Sólo en un vagón pude contabilizar este lunes más de 90 ejemplares del mencionado diario en su versión en catalán, esparcidos por los asientos y el suelo. Supongo que somos los contribuyentes los que directa o indirectamente pagamos tal generosidad que también sirve para inflar las cifras de difusión del mencionado diario y los beneficios de su empresa editora.
Me pregunto hasta qué punto es ético que en Renfe se reparta un medio con mensajes favorables a CiU antes de las elecciones y encima a costa del erario público
Pilar González