En 2010 los catalanes afrontan dos elecciones básicas: las autonómicas, previstas en principio para noviembre, y los comicios para la Presidencia del Barça, que tendrán lugar el 13 de junio. El nacionalista Artur Mas aspira a ganar ambas. La futbolística, a través de su correligionario Sandro Rosell, especialista en intermediación deportiva. Las segundas por su propia mano: más claro que CiU va a mantenerse, el PSC bajará un tanto, Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) se mantendrá y ERC se dará un trompazo importante.
Empecemos con los comicios en el Barça que son mucho más relevantes, al menos desde un punto de vista sociológico. Ferrán Soriano, presidente de Spanair, ligado al PSC más soberanista, ligado a Johan Cruyff y a Mediapro-La Sexta, el grupo multimedia de Zapatero y el reino de Jaume Roures, el mayor intermediario de derechos de retransmisión deportiva.
Es la candidatura de los socialistas independentistas y de los independentistas propiamente dichos. La del presidente saliente del Barça, Joan Laporta, quien hasta ahora tenía como número 1 a Alfonso Godall.
Pero Godall no sirve, es incapaz de ganar. Por eso, socialistas e independentistas han recurrido a Ferrán Soriano, actual presidente de Spanair, la que se pretende sea la Iberia catalana. Soriano sigue negando que vaya a encabezar la lista. Mentira: ya está decidido que figure como cabeza junto al brillante economista Xavier Sala i Martín y el director general del Barça, Joan Oliver, cuyo cometido en la institución no está muy claro pero que gana 1 millón de euros.
Y ojo, porque Soriano pretende compatibilizar su cargo con el de Spanair, la que se pretendía Iberia catalana y que ahora no puede ir peor: nadie ha puesto un duro y la compañía se encuentra al borde del abismo. Eso sí, Soriano ha reducido plantilla con muy poca misericordia.
Enfrente está Sandro Rosell. Su padre fue fundador de Convergencia y él fue vicepresidente del Barça con Laporta. La afición le quiere aunque no conoce todos los entresijos de su personalidad. Enemigo de Cruyff y de Roures, porque ambos se disputan el negocio del fútbol. Rosell tiene el monopolio de los futbolistas brasileños y africanos. Les forma en Qatar y luego los pasaporta a las ligas británica, italiana y española. Un detalle: fue Rosell quien facilitó a su amigo e incluso socio, el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, el fichaje de Kaká.
Ahora se comprende qué es lo que está en juego entre Rosell y Soriano, entre CIU y PSOE o entre Rosell y Roures, si ustedes lo prefieren: el dinero del fútbol.
Mediapro se ha convertido en un gigante gracias a los favores de ZP y a una deuda impagable si las cosas se tuercen, deuda que ya roza los 2.500 millones de euros. Eso sí, Roures no admite el concepto de deuda: son compromisos de pago. Si Pérez y Rosell acordaran que Real Madrid y Barça rompieran con Mediapro, tanto la productora como La Sexta y Público podrían pasarlo muy mal.
¿Quién es el favorito? Rosell.
Elecciones políticas: Montilla y José Zaragoza, los hombres clave del socialismo catalán, dan por perdidas las elecciones, que previsiblemente se celebrarán en noviembre. Las ganará Artur Mas y CIU, aunque no obtendrán mayoría absoluta. No se aliarán con nadie, gobernarán en minoría, con apoyos puntuales del propio PSC, de ERC (o Reagrupament de Laporta y Sala) o del propio PP, según depende. A cambio, ofrecerán a ZP apoyo en Madrid para que pueda terminar la legislatura (bueno, eso ya han empezado a hacerlo).
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com