Se están haciendo sesudos y profundos análisis sobre los resultados de las elecciones catalanas.
Sin embargo, hay algo de lo que no se habla pero que es fundamental: la sobrerrepresentación de los partidos nacionalistas. Por ejemplo, CiU sólo ha conseguido el 30% de los votos pero dispone del 37% de los escaños.
Y de la misma forma ERC sólo tiene el 13% de los votos pero dispone del 16% de las actas de diputado. En un sistema electoral puramente democrático y proporcional, CiU debería tener sólo 41 escaños en vez de los 50 obtenidos y ERC tan sólo 18 en lugar de sus 21 actas.
En otras palabras, CiU y ERC tienen detrás una mayoría absoluta de diputados en el Parlament, fruto de una norma electoral distorsionante que les beneficia, pero en absoluto una mayoría de ciudadanos.
Antonio Sanz