En el programa electoral de Ciutadans per Catalunya no se hablaba de la postura del partido respeto a derechos fundamentales básicos -como la vida y la familia-, pero su líder, el porretas que no porrero- Albert Rivera, se ha encargado de explicarlo en el diario ABC, en una entrevista que no tiene desperdicio. En resumen, que Ciudadanos de Cataluña, ese partido al que El Mundo y la COPE han convertido en la esperanza del futuro, repite el particular caca-culo-pedo-pis. Vamos con ello :
Ciudadanos está a favor del gaymonio, aunque todavía no ha decidido si con adopción o sin ella.
A Ciudadanos le parece estupenda la actual ley del aborto con sus tres supuestos. Es la norma que ha conseguido que en 2005 se perpetraran 95.000 abortos en España, convertida en el paraíso europeo del crimen organizado contra el más débil.
La esperanza regeneradora de don Federico Jiménez Losantos, portavoz de la COPE, está a favor de la manipulación de embriones, que es lo científico, así como de crear un espacio neutral porque la moral no debe ser un condicionante político.
Ahora bien, en Hispanidad ya dijimos, la noche electoral, que los tres diputados obtenidos por Ciudadanos rompían el Sistema de Partidos establecidos, el oligopolio de formaciones vetustas que ya no tiene nada que ofrecer y que se han convertido en maquinarias que reparten cargos públicos. En ese sentido, ¡bien por Ciutadans! Ahora bien, que los hacedores de la nueva derecha, los periodistas Pedro J. Ramírez y Federico Jiménez, luche por exportar el modelo Ciutadans a otras latitudes, por ejemplo a Madrid, ya es otra cuestión.
En Cataluña, lo de Ciutadans está bien, más que nada porque la opresión nacionalista es de tal nivel que alguien que sale advirtiendo que cada cual debe hablar en la lengua que prefiera basta para liberar energías y para contentar a muchos descontentos. Pero, por el momento, Ciutadans no es sino un partido en negativo : ofrece terminar con lo que hay y eso es mucho- pero no ofrece otra cosa que lo políticamente correcto. El antinacionalismo no conforma ideario alguno, por muy agradable que resulte en determinadas ocasiones: sólo es un anti. Porque si todo lo que tiene que decir Rivera sobre derechos fundamentales como la vida, la familia o la libertad religiosa son las precitadas tontunas, yo me quedo con lo que hay, que es nada. Las formulaciones ideológicas de Rivera no son otra cosa que el centro reformismo de Aznar o la moderación de un Pedro Solbes, el vicepresidente económico de ZP que está haciendo una buena labor, lo que permite a su jefe de filas des-moralizar el país y destrozar y enfrentar a los españoles.
Lo de Albert Rivera no es más que progresismo de medio pelo, neutralidad, es decir, ausencia de compromiso. Con eso no vamos a ningún lado. Para eso, me quedo con Solbes o con Rodrigo Rato, que son buenos tecnócratas.
Eulogio López