El 85% del clipping desacredita un supuesto acuerdo con la APM. Con este entusiasmo titulaba el pasado miércoles el diario Expansión, portavoz de la patronal de los editores, AEDE, en la batalla por los resúmenes de prensa y por la más importante cuestión de fond la propiedad intelectual de artículo de prensa, ¿es patrimonio del editor o del autor-periodista?
Los hechos: ante el derrumbe de la venta de periódicos, el lobby editor intenta establecer un canon para todos los aquellos que hacen clipping pero intenta, sobre todo, centralizar cualquier copia, a pesar de que se trata de ponerle puertas al campo, dado que la información fluye en Internet a velocidad de vértigo. Los clipineros recogen el guante y responden: de acuerdo, pagaremos por resumir pero que quede claro que la propiedad intelectual de los contenidos de los periódicos es del autor, no de su editor, ergo pagaremos a los periodistas, no a los señores de la prensa
A pesar de losa presión salvaje de los Polanco, Pedro J. Ramírez, Lara, etc., al final la nueva norma sobe propiedad intelectual reconoce que el autor es el autor. Conclusión, la Asociación de clipping, AESIP, firma un acuerdo con la Asociación de la Prensa de Madrid para que los periodistas cobren derechos de autor.
Los editores montan en cólera y deciden romper la Asociación. Todos los problemas de la libertad de prensa en el siglo XXI llegaron por la concentración de medios en el siglo XX y la aparición de los multimedia. Porque ahora esos periódicos disponen de televisiones. Y así, uno de los desertores de AESIP ha sido SOFRES, que vive de lo que le pagan los editores por sus mediciones de audiencias, especialmente televisivas. Y otro es Mediaplanning, cuyo presidente y máximo accionista es Leopoldo Rodés consejero de Sogecable y ligado desde hace lustros al grupo PRISA. Mediaplanning no deja de ser una central de medios, intermediario perfectamente suprimible, y que vive, naturalmente de anunciantes y editores.
Esas dos empresas, que también hacen clipping, y que no representa ni de lejos, el 85% del sector en su mayoría pequeñas empresas independientes, son las que, precisamente nada más ganar la batalla legal, se pasan al enemigo y deciden pactar con los editores e intentan arruinar el poco firmado entre la Asociación de la Prensa y AESIP.
Es otra lucha entre le pez grande y el chico, pero Expansión no debería practica el viejo principio de que la contabilidad es una ciencia exacta porque dice exactamente lo que uno quiere que diga.