Aunque el Tribunal Supremo acaba de declarar improcedente el traslado de la sede de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones de Madrid a Barcelona, lo más probable es que el organismo se quede en la capital catalana. Ahora bien, la cesión política de Zapatero al nacionalismo catalana tuvo un coste, amplificado por el hecho de que en la abandonada sede capitalina se habían hecho obras de restauración que no han servido para nada.

El diario El Mundo ha cuantificado dichas obras en 20 millones de euros, que es, exactamente, el importe de la última sanción que la Comisión impuso a Telefónica, en esta ocasión por no facilitar el uso de las centrales a otros operadores. Con otra sanción de este calibre, podría cumplirse la decisión del Supremo y devolver la comisión a Madrid.