El Ejecutivo quiere que los españoles sometan sus principios morales individuales a una ética colectiva que no comparten, la manifestación del día 17 de Octubre muestra que no.
Y es que si decepcionante resulta que el ministro interprete torticeramente la Constitución y la doctrina para avalar la causa del Gobierno, peor aún es que utilice un discurso amenazante contra los funcionarios afectados por la nueva normativa.
Es grave que Francisco Caamaño advirtiera a los médicos y sanitarios que objeten a la futura Ley del Aborto que realizarán un acto de desobediencia civil. Según el ministro, hay supuestos en los que debe haber objeción de conciencia, pero este derecho debe ser legislado por el único órgano constitucional que puede regular los derechos fundamentales de los ciudadanos, en referencia a las Cortes Generales.
La coacción nunca debe ser un argumento político, y menos aún jurídico, en debates que afectan a las convicciones personales. Empiezan a aparecer momento y formas cada vez más coincidentes con la democracia de corte chavista. Tal vez sea verdad que nuestro Gobierno está tomando como modelo tal forma de dictadura. ¿Tendrá razón el ministro de Exteriores en su consideración sobre cierta democracia?
Jesús D Mez Madrid
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