Sorprendente artículo el del por otra parte prestigioso diario económico, La Gaceta, donde en un tono dramático, los hombres de Marsans, Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual, filtran que se verán obligados -pobriños- a llevar al Gobierno argentino nada menos que ante el Banco Mundial (CIADI) por el injustísimo trato que Marsans está recibiendo del Gobierno argentino en el caso Aerolíneas Argentinas (ARSA), la aerolínea de bandera que el Parlamento acaba de expropiar al Grupo español.
Llora el articulista por una empresa que no ha dejado de perder dinero -eso sí es cierto- y que no ha recibido las subvenciones previstas, además de ser objeto del lamentable acoso sindical-periodista dirigido desde la Casa Rosada. La verdad es que en seis años de gestión de Marsans en ARSA, se han convocado huelga de 10 días, y la verdad es que el Gobierno argentino no sólo ha mantenido el monopolio de los vuelos internos en Argentina -un verdadero chollo- sino que ha subvencionado el carburante y lleva pagando los sueldos de la plantilla desde hace un año, mucho antes de la expropiación.
Las declaraciones patrioteras de los políticos argentinos contra los pérfidos españoles de Marsans así como las amenazas del grupo para que Interinvest (instrumental de Marsans-Air Comet para controlar ARSA) lleve a la Casa Rosada ante los tribunales internacionales son fuego de artificio: ¿Una empresa argentina llevando al Gobierno argentino ante los Tribunales Internacionales por un acuerdo bilateral? ¿Seguro? Que lo haga Marsans o Air Comet, pero eso no les conviene: la vergonzosa gestión realizada por Marsans con dinero de todos los españoles quedaría al descubierto.
En definitiva, seguimos en el combate amañado: y la explicación ya la proporcionamos en Hispanidad y ahora la ratifica el diario argentino Clarín (ver el texto completo): mucha grandilocuencia en las acusaciones pero, al final, Marsans le alquilará 6 aviones, sin duda con el correspondiente sobreprecio, y todos tan amigos. El diario cita a una representante de Marsans, Jorge Molina, entrevistándose con el ministro argentino del ramo, Ricardo Jaime, para plasmar el acuerdo.
Mientras, el novelón sigue: los políticos argentinos se desgañitan contra la colonización española y los Hombres G lloran el expolio de los pérfidos australes. Con lo que ellos han hecho por el país...
Y es que conviene destacar que Marsans está en venta: Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual quieren jubilarse. Éste para convertirse en una saludable rentista y dejar a sus chicos en el negocio, mientras Díaz Ferrán quiere abandonar la gestión empresarial pues se encuentra como un chico con zapatos nuevos en la patronal CEOE. Le ha cogido el gusto a la cosa institucional y ha descubierto que a la clase política no sólo se la puede sacar dinero (los Hombres G son especialistas en comprar empresas al Estado por un euro... o una peseta) sino que, además, se pueden conseguir otros favores de la influencia política. Así, Ferrán se ha convertido en el agente social más querido por el presidente del Gobierno, Zapatero, a quien, a pesar de su desastrosa política económica, con España a la cabeza del paro en la UE, apoya con entusiasmo. Vamos que parece más un líder sindical que uno patronal.
Además, se está haciendo con todos los poderes en la CEOE: ¿Para qué seguir trabajando?
Queda eso sí, una cuestión pendiente: la causa que se sigue en un juzgado madrileño contra Pascual y Díaz por estafa procesal (la de Aerolíneas), delito fiscal (100 millones defraudados a Hacienda según la Agencia Tributaria) y desvío de fondos públicos (los que les dio el Gobierno Aznar, además de regalarle ARSA: unos 758 millones de dólares, para reflotar Aerolíneas).
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com