Todas las Navidades en la cartelera encontramos un producto presuntamente graciosillo que transcurre durante esas fiestas familiares: las más entrañables de año. Este año le toca el turno a Como en casa en ningún sitio una parodia vulgar y grosera totalmente olvidable.
Brad y Kate son una pareja inmadura, y bastante egoísta, que todas las Navidades inventan excusas para no pasar esos días con sus familias respectivas y realizar un viaje al otro lado del mundo. Pero, en esta ocasión, los planes vacacionales se les chafan cuando la niebla retrasa su vuelo a las islas Fidji, hecho del que se enteran sus parientes gracias a la televisiónA Brad y a Kate no les queda más remedio que pasar el día de Navidad en los diferentes hogares de sus cuatro progenitores: todos ellos verdaderamente raritos
No hay que ser un lince para darse cuenta que los productores de Cómo en casa en ningún sitio han intentado copiar la formula del éxito de taquilla de Los padres de ella y su secuela Los padres de él (por cierto, con un humor de sal gorda). Es decir, progenitores realmente extravagantes que muestran comportamientos rozando la locura en el trato con sus vástagosEso sí, todos ellos interpretados por veteranos actores con pedigrí(en esta comedia por John Voight, Sissy Spacek y Robert Duvall). Pero ni estos estupendos intérpretes, ni la pareja protagonista (interpretada por la oscarizada Reese Whiterspoon y Vince Vaughn) pueden salvar un guión plagado de gags de mal gusto que en escasas ocasiones provocan la carcajada
Para: Los que quieran comprobar que en el cine norteamericano también se hacen películas intragables