Si quieres ejercer como médico debes abortar, porque, de otra forma, estás impidiendo el derecho a abortar de cualquier desaprensiva.

 

Si te dedicas a la adopción de niños, debes permitir y ayudar a que las parejas homosexuales perviertan a las criaturas. De eso saben mucho nuestro juez Fernando Ferrín, un verdadero mártir contemporáneo de la progresía y ahora, también, los británicos, como recuerda Noticias Globales.

En definitiva, así impone el NOM su tiranía. Primero pide libertad, para abortar, para considerar familia lo que no lo es, además de hacer imposible la formación de familias y la paternidad. Luego exige el aborto obligatorio o impone el gaymonio. Finalmente, condena a todo aquel que no colabore con la majadería que repugna a su conciencia. Por ejemplo, la colaboración de jueces y médicos en aborto, eutanasia, etc. Y, de paso, a los periodistas y cualquiera que ejerza su libertad de expresión se le censura si no dice lo que quiere el NOM o si, sencillamente, no habla en términos políticamente correctos. En Hispanidad ya comentamos un buen ejemplo de ello: cuando el Instituto Andaluz de la Mujer nos acusó de cometer nada menos que un delito por refutar el pensamiento radical feminista (radical y feminista son una reiteración pero dejemos eso).

Es la misma técnica: primero se exige libertad, luego se convierte aberración en derecho. Finalmente, se castiga al discrepante. Todo ello no directamente, claro está, sino utilizando el doble poder del Estado: el del BOE y el del erario público. Es la manera que tiene el NOM de entender el Estado de Derecho.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com