Sr. Director:
Hace poco más de una semana que ha terminado en Roma un congreso internacional patrocinado por el Vaticano sobre los "históricos enemigas" de las células madre embrionarias: las "estaminales adultas", es decir las células extraídas de tejidos de personas adultas (como sangre, líquido amniótico, cordón umbilical, etc.), que se pueden transformar en muchos (pero no en todos, como sucede con las embrionales) de los tejidos del cuerpo humano.

 

Justo poco más de una semana del congreso y ha llegado la noticia sobre la ocasión para volver a considerar el potencial médico de las estaminales embrionarias. Y ha llegado con el anuncio de que la mayor casa farmacéutica del sector, la californiana Geron ha suspendido su programa de experimentación de una especie de cura milagrosa para las lesiones de la columna vertebral.

Era el gran sueño de la medicina regenerativa, a la que se dirigió, conmovedoramente, incluso Christopher Reeve, el actor de Superman, que quedó tetraplégico después de una caída de caballo.

El programa costó cientos de millones de dólares a la Geron. Al fin, la empresa ha arrojado la toalla después de haber empezado a probar su cura en tan solo 4 de los 11 pacientes previstos.

Ahora, solo hay una casa farmacéutica en el mundo que se especializa en la búsqueda de una cura que se base en las estaminales embrionales, y los proyectos no llegan ni siquiera a una decena.

El impacto de la decisión de Geron (que provocó la ira de pacientes e inversores) podría marcar el final de un sector de la investigación. Sector en el que el Gobierno español puso gran empeño hasta llegar a promover como ministro de sanidad el principal impulsor en España.

Por cierto, hace tiempo que en España no sabemos nada de las grandes inversiones.

Jesús Domingo Martínez