Estoy convencido que en estos días alrededor del día del Corpus, son los más apropiados para hablar de ella.
La Eucaristía es el don más precioso que la Iglesia puede tener en su caminar por la historia. De ella participan, al menos una vez a la semana, diez millones de personas en España, una cantidad superior a la de cualquier evento de otra índole que se celebre. Además, y esto es todavía más importante, la cantidad viene acompañada de notables cualidades. La Eucaristía aporta un beneficio social indudable: el que realiza quien se ha encontrado con Cristo, presente en el Sacramento eucarístico, y bebe de esa fuente para después dar de beber a todo aquel que lo necesita.
Para poner en valor el Sacramento del Amor, pues en la Eucaristía, Cristo nos habla en el lenguaje más elocuente, el del amor, al darse por entero como sacrificio, alimento y compañía permanente; un lenguaje que entienden a la perfección todos los hombres, incluso aquellos que siguen buscando y que no han tenido la dicha de haberse encontrado todavía con el Señor.
JD Mez Madrid