La Confederación Católica de Padres de Familia y Padres de Alumnos denuncia que la ley busca "adoctrinar" y "recortar libertades"

 

La Ley de Igualdad de Trato sigue su avance y cada vez son más las voces que se alzan contra una norma liberticida. En esta ocasión ha sido la Confederación Católica de Familia y Padres de Alumnos (CONCAPA) quien ha criticado la futura ley ya que el Gobierno pretende con ella "adoctrinar" y "recortar libertades". Según la CONCAPA, la ley es innecesaria y "cercena libertades fundamentales como la libertad de enseñanza, la religiosa o la de expresión".

Su presidente, Luis Carbonell, ha sido muy claro a la hora de atacar a esta nueva ley. "Esta ley no nos hace más iguales y si sale adelante, nos hará menos libres", ha dicho, haciendo referencia a la posible supresión de los conciertos educativos en los centros con educación diferenciada. Curiosamente, desde el Gobierno, que siempre se remite a otros países europeos para justificar medidas, en este caso hace todo lo contrario a lo que se lleva a cabo en esos países en educación, ya que en ellos no sólo no se considera este tipo de escolarización como discriminatoria, sino que la están volviendo a aplicar por sus buenos resultados educativos y psicológicos para el alumnado. Además, como ha dicho Luis Carbonell, "se discriminará a las familias humildes, que no podrán pagar el tipo de educación que quieren para sus hijos".

Otro de los aspectos que se ha criticado desde la CONCAPA ha sido que la norma invierta la carga de la prueba, de manera que en caso de discriminación se "pone fin al axioma de que todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario". Además, lo que se logra es que se produzcan más sospechas y desconfianza entre los ciudadanos, y la acusación de discriminación surgirá cada dos por tres.

Lo que parece claro es que hace falta un acuerdo entre las diversas fuerzas políticas para evitar esta desastrosa ley que destruye no sólo principios de justicia, sino libertades individuales, pero por desgracia no parece que entre quienes pueden frenar esto -dígase oposición, encabezada por el PP y los partidos nacionalistas- haya intención de poner fin a este desastre. Más bien la indolencia es lo que predomina.

Andrés Velázquez

andres@hispanidad.com