No cazo ni hablo sobre aficiones privadas que ya han tenido consecuencias políticas Desayuno del Foro de la Nueva Economía en la mañana de este martes. El Fiscal General del Estado se pasa una hora larga apelando a la independencia, objetividad y autonomía de los fiscales que actuan sin mirar quién aplaude. Muy bonito. Sin embargo cuando se le pregunta su opinión sobre la polémica cacería, responde que él no caza y que no opina sobre aficiones privadas que ya han tenido consecuencias políticas. Mal. Porque si de verdad fuera autónomo debería haber respondido que la polémica cacería ponía en riesgo la fortaleza de las instituciones, la independencia de la Justicia y la calidad de nuestra democracia.