Blanco volvía a repetir en la mañana de este miércoles su tesis sobre el juicio a Garzón: Como ciudadano me cuesta que los falangistas puedan sentar en el banquillo a un juez por defender la memoria de las víctimas del franquismo. ¿Y la consideración de Cospedal de que se está matando a Monstesquieu? Blanco hace ejercicio de cintura y construye círculos cuadrados. Hay que conciliar la libertad de expresión con el respeto a los tribunales. ¿Y Conde Pumpido qué opina? Lo mismo que Blanco: no le gusta que Falange siente en el banquillo a Garzón por investigar el franquismo. El matiz es que Garzón no está en el banquillo por investigar el franquismo, sino por presunta prevaricación.
Lo que se puso de manifiesto este martes es que la izquierda social, universitaria, política y sindical tenía y tiene a Garzón como uno de los suyos. Y la izquierda tiene un enorme sentido de la solidaridad.