Finalmente y tras años de dilaciones Felix Millet ha sido condenado por tráfico de influencias en el caso de corrupción del Palau de la Música Catalana.
Curiosamente la sentencia se ha dado a conocer justo después de las elecciones. Quizá hubiera sido molesto para algún partido político como CiU que en plena campaña electoral hubiera aparecido la condena a Millet, amigo íntimo de conocidos líderes convergentes y condecorado por Jordi Pujol con la Cruz de Sant Jordi por "sus destacados servicios a la identidad catalana".
Ahora surge la pregunta del millón: ¿es posible que Millet organizara él solo el cobro de comisiones multimillonarias y con instituciones públicas de por medio, sin que fuera conocido por ningún político Muchos nos tememos la respuesta.
Antonio Peiró