Y esto no ha hecho más que empezar. El enfado argelino podría afectar al precio del gas, al Medgaz e incluso a las explotaciones petroleras españolas en aquel país
El Gobierno argelino ha retirado a Repsol YPF y Gas Natural el control sobre el gran ciclo de gas, con licuefacción incluida, de todo el país. En la petrolera y la gasera lo tienen claro: la causa principal es el enfado argelino por la política pro-marroquí del Gobierno español. Es el problema de ZP, que siempre le dice a cada uno lo que cada uno quiere oír, y claro, no se puede contentar a todos todo el tiempo.
Así lo ha interpretado la mayoría de la prensa económica, pero quizás se ha obviado que el enfado de ambas compañías –a Gas le hace más daño que a Repsol- es aún mayor con el ministro Joan Clos, quien, a pesar de sus requerimientos y advertencias sobre el mal estado de las relaciones, no ha movido un dedo para templar aguas con el Gobierno de Argel.
Pero no sólo eso: el desencuentro argelino con el Ejecutivo Zapatero es de mucha más enjundia. Ahora, los argelinos se empeñan en llevar a cabo la subida del 20% del precio del gas. Hasta ahora amagaban, ahora van en serio. Y se trata de una subida mucha más fuerte que la planteada a los italianos, su segundo mejor cliente.
Y más: también está en entredicho el segundo gasoducto del Magreb, el Medgaz, e incluso Sonatrach amenaza con revisar las explotaciones petrolíferas españolas en el país, que afectarían también a la petrolera Cepsa, que pasa por allí.
Todo porque ZP se ha empeñado en apoyar al dictador marroquí Mohamed VI, perpetuamente enfrentado a Argelia, país que, además, apoya al Frente Polisario.