- Va acaparando funciones y haciéndose imprescindible.
- Por ejemplo, marca territorio frente a los catalanes: ni un paso atrás.
- Corrupción. Ningún partido puede decir que no tiene ningún problema. Se fueron marchando desde el último al primero.
- Y se desentiende de los problemas judiciales por corrupción: ella está limpia.
- La vicepresidenta espera su oportunidad: que Rajoy decida dimitir o no presentarse como cabeza de lista en las próximas elecciones.
- En el entretanto, el Gobierno eterniza las subvenciones para la compra de coches. La novedad es que, ahora, el más favorecido es el gas.
- ¿Y el aborto Bien, gracias, toda sea por la vida: las menores de 16 años tendrán que pedir consejo a papá y mamá.
Consejo de Ministros en Moncloa, viernes 28 de noviembre, en un día después del terrible, para Mariano Rajoy, debate sobre corrupción en el Congreso de los Diputados. La vicepresidenta primera, Soraya Sáenz de Santamaría (en la imagen con Luis de Guindos) sale a escena con la mejor de sus sonrisas. Ahora también ejerce en sus ratos libres como ministra de Sanidad y lo cierto es que va acumulando funciones -o sea responsabilidades; o sea, poder- que se deja traslucir en gestos y palabras.
En plata, que ya ejerce como presidenta en funciones. Ya saben, como en materia de corrupción es la única limpia de la cúpula del PP, Soraya juega a que Rajoy dimita antes de terminar la legislatura -casi imposible, salvo que el 'caso Bárcenas' le arrastre- o que, por el mismo 'caso Bárcenas', se vea obligado a cederle el puesto a ella como cabeza de lista del PP para la próximas generales. Ese es su juego. Se sabe imprescindible, cada día más, y empieza a ejercer como presidenta.
Por ejemplo, ya no se refiere a Cataluña con sus consabidas referencias al cumplimiento de la ley, que parecían sacadas de un manual de recitación. Ahora habla como hablaba Rajoy a comienzo de legislatura, incluso con cierta condescendencia a hacia un Artur Mas, quien, esto es cierto, ha obtenido ya muchos réditos del resto de España por su actitud montaraz y un poco majadera.
A lo que estamos, Fernanda, que se nos va la tarde, como diría el humorista Wodehouse. Soraya saltó al ruedo de la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros "con esa sonrisa radiante que exhiben las mujeres cuando se disponen a hacerle una cochinada a sus seres más queridos". En este caso, el ser más querido es Mariano Rajoy.
Soraya no tiene una inteligencia conceptual, tampoco lógica. Su dialéctica no busca concluir, sino vencer. Sin embargo, posee un memorión de abogado del Estado y una retórica digna del Crisóstomo. Por ejemplo, responde a las preguntas de los periodistas sobre la Generalitat y sobre corrupción. A una plumífera que se atrevió a pedirle propuesta en positivo para la Generalitat le recitó el glosario de normas favorables a Cataluña de toda la legislatura.
A otra que osó hablar de corrupción -en tono bajo, claro está- le recitó todo el historial de tres años sobre regeneración política. ¡Qué memorión tienen esos abogados del Estado! ¡Son admirables!
En cualquier caso, Soraya vale para un roto y para un descosido y siempre tiene tiempo para todo, especialmente para acumular responsabilidades; es decir, poder. Y como Mariano se descuide un pelo le quita la merienda, es decir, la Presidencia.
Las conclusiones son muy simples: respecto a Cataluña, ni un paso atrás. Soraya es menos flexible que Rajoy con los catalanes. En lo que respecta a la corrupción, hablar de regeneración democrática y huir del análisis de los fallos y de actuaciones judiciales.
A Soraya no le preocupan los tribunales porque los tribunales, ahora mismo, juegan a favor de sus intereses y de su ambición por llegar a ser la primera mujer presidenta de la historia de España.
Figúrense si estará en el papel de presidenta en funciones que ha mejorado mucho su postura cínica sobre el aborto. Nos ha explicado a los periodistas, sin despeinarse, que las menores de 16 años tendrán que abortar tras aconsejarse o acompañarse por papa y mamá. Nadie se cree ya el sentido provida del PP pero a doña Soraya no le importa. No todo lo que es verdad es demostrable. Especialmente en el marco de una rueda de prensa.
En cualquier caso, si vamos al núcleo de la cuestión, Rajoy y Soraya, tan distintos, se parecen como dos gotas de agua: a ambos hay que formularles idéntica pregunta: ¿en qué cree usted don Mariano, ¿por qué estaría usted dispuesta a dar su vida, doña Soraya Lamento no poderles dar una respuesta ni en un caso ni en el otro.
Además del mecanismo de liquidación bancaria, el Consejo dio alas a dos nuevas rondas PIVE, eternizando así las subvenciones para que las multinacionales del sector automoción nos hagan el favor de no marcharse de España.
Esta vez, además, con una novedad importante: va a primar más a los coches con gas. El autogás ha superado al difícil coche eléctrico (difícil por su recarga y su difícil autonomía), ya cuenta con 34.000 vehículos en toda España, con un buen número de gasolineras preparadas y con bonificaciones autonómicas en impuestos y municipales a la hora de aparcar.
Tengan en cuenta que lo habitual en los seis 'Pives' anteriores era que el Estado subvencionara la compra de un coche nuevo con 1.000 euros y que el concesionario aporte otros 1.000. Pues bien, con los coches de autogás se consigue del Estado una subvención de 2.500 euros más los consabidos 1.000 eros del concesionario. E incluso pueden ser más, dependiendo de si se trata de vehículos comerciales e industriales.
Y algo más que se está poniendo de moda: la bicicleta con motor eléctrico. ¡Pero qué verde que es nuestro valle!
Más acuerdos del Consejo de Ministros. Hasta 52 millones para modernizar la Justicia. ¿Más jueces ¿Mejores jueces Perded toda esperanza: el grueso de la nueva aportación se la lleva la informatización de los tribunales. Que no está mal, claro está, peor el problemas de la judicatura española sigue siendo su lentitud (contra eso sí sirven las máquinas) y su sectarismo, con unos jueces convertidos en sacerdotes de los nuevos mandamientos de la religión civil, jueces que deciden lo que está bien y lo que está mal. Y contra eso de nada sirven los ordenadores. Es más servirán para que los jueces sean más sectarios, más rápidamente.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com