Hay que felicitar al Gobierno por recuperar la disciplina
El reto de los controladores aéreos, al igual que otras huelgas salvajes, sólo se arregla con un castigo ejemplar. Quiero decir que no se trata de que el tráfico aéreo vuelva a la normalidad sino de castigar a los culpables, a los dirigentes sindicales. Incluso cuando el orden se haya restablecido.
Y por supuesto que los controladores también tienen sus razones. Es más, tienen casi toda la razón para estar enfadados: el Ejecutivo, muy en la línea de su presidente, les ha mentido, no ha cumplido los acuerdos firmados con el sindicato USCA, les ha tomado el pelo y ha lanzado el decreto sobre el sector sin atender a la promesa de negociación con los sindicatos. Sí, tienen razones para plantear una huelga pero no para forzar esta huelga salvaje y fastidiar a decenas de miles de inocentes.
Por tanto, esta batalla hay que ganarla, y por goleada. Los bárbaros que han paralizado el espacio aéreo español, al igual que los conductores de metro que paralizaron Madrid en junio, no pueden irse de rositas: el crimen no puede quedar sin castigo.
Y hay algo más: ahora que el conflicto comienza a solucionarse, hay que aplaudir al Gobierno Zapatero en otro sentido: ha impuesto la disciplina, en este caso laboral, en un país donde los poderosos y el sindicato USCA tiene mucho poder, el poder de paralizar el transporte aéreo- donde acostumbran a saltarse las normas en su propio beneficio. Y esa indisciplina, además, adquiere la forma del chantaje del poderoso al no poderoso y del rico al pobre.
Eso sí: la Fiscalía ha citado a los trabajadores que no acudieron al trabajo. Pues cuidado, porque los responsables primeros son los dirigentes sindicales.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com