Hispanidad ofrecía ayer las verdaderas dimensiones del acuerdo entre el grupo Negocios, editor de La Gaceta y la cadena COPE, que explota Radio Popular y Popular Televisión.
Un acuerdo, que todavía está en fase de proyecto. Se trataría de crear el primer multimedia español de ideario cristiano. No olvidemos que el pensamiento único ha decretado que el periodismo español se divida en medios progresistas del Gobierno y medios progresistas de la oposición. En la muy libre prensa española y me temo que en todo Occidente, se puede hablar de cualquier cosa menos de Cristo, pues el progresismo los únicos valores que conoce son los valores bursátiles o los valores de las ONG, siglas que sólo tienen un problema: les sobra la letra de en medio.
Por tanto, la unión entre La Gaceta y la COPE es una buena noticia para el pluralismo. La Gaceta es el único diario con ideario cristiano; la COPE es el único medio que a pesar de que intentan negarlo muchos de sus locutores, tiene carácter confesional, tal y como recuerdan sus Estatutos y tal como no podía ser de otra forma considerando que el 50% de su accionariado está en manos de la Conferencia Episcopal Española y otro 20% en manos de obispados y órdenes religiosas.
Ahora bien, la unión de ambos medios tiene otras motivaciones. El proyecto Gaceta necesita un relanzamiento hacia el multimedia y el proyecto COPE, con su nuevo presidente al frente, Alfonso Coronel de Palma, necesita liberar a la COPE del secuestro ideológico y mercantil al que le tiene sometido su estrella matutina Don Federico Jiménez Losantos, acompañado de su alter ego el director de El Mundo, Pedro J. Ramírez. Esta es la razón por la que el agnóstico así se confiesa él mismo- Don Fede arremete contra todos los vecinos ideológicos cada vez menos vecinos- de la COPE. Por ejemplo, contra el diario ABC, que de cristiano, créanme, cada vez tiene menos, pero que no deja de ser uno de los candidatos así lo intentó en su día- a crear un multimedia con la COPE.
A La Gaceta le ocurre lo mismo y por eso Don Fede arremetía con todas su fuerzas contra el periódico que preside Juan Pablo Villanueva. No sólo eso, con su obsesión por todo periodista o medio católico, Don Fede se encargó de insultar a su compañero de antena José Apezarena, hasta que la anterior dirección de la emisora decidió cesarle. Hoy, Apezarena es director adjunto de La Gaceta.
Porque lo que quería Don Fede es que fuera El Mundo, propiedad de los italianos de RCS y dirigido por su amigo, el pío Pedro José, -a quien Don Fede ha convertido en la referencia moral de la cadena de los obispos- quien comprara la COPE. O mejor, que no la comprara pero que la controlara. El Mundo encantado, porque también necesita convertirse en un multimedia y a Pedro José le han dado muchas calabazas en este punto, especialmente en Telefónica.
Conclusión: la unión con Gaceta inclina la balanza hacia quienes apuestan por un periodismo cristiano y supone un varapalo para los dos grandes objetivos de Don Fede, utilizar la emisora de los curas para su propia consolidación ideológica y pecuniaria (cobra 1,2 millones al año de los pérfidos curas) y utilizar la COPE como oficina de propaganda de su periódico Libertad Digital (lleva haciéndolo más de un lustro de forma descarada) y de su cadena de televisión Libertad Digital Televisión.
La sodomización a la que Don Fede tiene sometida a la COPE es de tal calibre que desde sus ondas no deja de anunciar su Libertad Digital TV a pesar de que la propia casa que le paga su sueldo tiene en marcha una cadena de televisión propia paralela, de nombre Popular TV. Es como si Juan Luís Cebrián utilizara El País y una cadena de televisión de su propiedad que compitiera con Cuatro y Digital Plus ¿Se imaginan? No es que Jesús Polanco le echara, es que le fusilaría al amanecer en la calle Miguel Yuste.
Pero las luchas de poder, por muy morbosas que resulten para la parroquia, no dejan de tener un efecto secundario. Mucho más importantes son las ideas que se transmiten a través de un medio informativo. Desde estas páginas he denunciado que Don Federico camina hacia el fascismo, pero puedo asegurar que no lo he dicho nunca por gusto. Por fascismo entiendo la deificación de la patria, la conversión de lo que en origen es un hermoso concepto el patriotismo- en un ídolo cruel al que todo se condiciona, incluido el respeto debido a los demás.
Palabras muy importantes para ser recordadas un 18 de julio, septuagésimo aniversario del llamado alzamiento nacional. Ya he dicho otras veces que si el franquismo no acabó en fascismo fue precisamente por la influencia cristiana de una Iglesia que se vio obliga a apoyar a los rebeldes por la sencilla razón de que el régimen democrático les estaba asesinando. Si la Segunda República no se hubiese lanzado contra los cristianos con furia asesina, Franco no hubiese ganado la guerra o como recuerda Benedicto XVI (aunque no refiriéndose a esta cuestión, que conste): Para que las democracias funcionen hace falta más que sistemas, hacen falta virtudes.
Pues bien, con el disfraz liberal Don Pedro José y Don Federico caminan justamente hacia ese neofascismo, utilizando además, el buque insignia informativo de la Iglesia Católica.
Y ésta es otra razón para apoyar el preacuerdo entre el grupo Negocios y la cadena COPE.
Eulogio López