El fenómeno de la decadencia de un individuo que antaño fue famoso lo hemos visto repetidamente en el cine. Sin ir más lejos, el pasado año Mickey Rourke resucitaba de nuevo (profesionalmente) gracias a su excelente actuación en El Luchador. En Corazón Rebelde el que pone toda la carne en el asador es Jeff Bridges interpretando a un maduro cantante country. Este desgarrador personaje le ha servido para situarse como máximo favorito en la carrera para conseguir el Oscar al mejor actor (sabremos si lo logra en la madrugada del 7 al 8 de marzo).
Bad Blake es un cantante de música country, de 57 años, alcoholizado. Con varios matrimonios fracasados a sus espaldas, Bad se encuentra totalmente perdido en la vida hasta que en uno de sus conciertos en locales pequeños encuentra a Jean (Maggie Gyllenhall), una periodista local que descubre la verdadera naturaleza del músico. ¿Pero Jean ha llegado demasiado tarde para que Bad se redima?
Pocas veces la música country ha sonado tan bien y ha resultado tan emotiva como ocurre en Corazón rebelde, cuando canta el propio Jeff Bridges. Pero es que el maduro actor está inmenso en Corazón Rebelde y, como ocurre con los buenos vinos, mejora el conjunto. Porque esta ópera prima de Scott Cooper que, argumentalmente, es una historia sencilla cala porque al perdedor protagonista, un verdadero antihéroe, todos deseamos darle una oportunidad y que vuelva a componer la canción de su vida (a este respecto también están nominados a mejor canción T-Bone Burnett y Ryan Bingham por el poético tema The Weary King).
Para: Los que quieran ver una actuación de Oscar: la de Jeff Bridges