Parece muy dura esta expresión, sobre todo para dirigirla contra nuestros gobernantes; pero si examinamos su significado y consideramos la actitud de Zapatero y sus adláteres, tenemos muy claro que podemos utilizarla.

Sr. Director:

Se entiende por crimen organizado a colectividades socialmente organizadas que desarrollan actividades delictivas con fines de lucro. Las actividades promovidas por esta ley y estos grupos son los asesinatos: matar a un niño que no ha nacido, es un asesinato. Otra de las particularidades es que ha de ser lucrativo: se reunieron para diseñar estos crímenes, los que se lucrarán con el aborto.

La trama está clara: se convocó a un grupo de partidarios del aborto para simular un estudio científico; se emitió un dictamen que estaba diseñado con antelación; en base a ello, el Gobierno liberaliza la matanza; las mujeres condenan a muerte a sus hijos, seguras de que nadie les va a reprochar ese crimen.

A todo ello, el propósito del Gobierno Zapatero entra de lleno en el concepto de crímenes de lesa humanidad, por la omisión de su deber de proteger a los millones de asesinados, viola los derechos humanos del no nacido, y actúa de forma inconstitucional.

La radicalización política de Zapatero para disimular su incapacidad de gobernar, le lleva a permitir un genocidio cuyo alcance puede ser superior al de los nazis. Ya laceró a las familias humillándolas al compararlas con un gaymonio, claro que lo hizo el desafortunado ex ministro  López Aguilar, pero por orden de su señor. Ahora pretende dar vía libre al crimen, encubriéndolo con un supuesto derecho da la mujer; todavía quedan ignorantes que se lo creen; ¿cómo puede ser un derecho de nadie matar a quien le estorba?

Espero que cuando Garzón, tan ávido para establecer justicia, tenga algo de tiempo libre, examine estos hechos y juzgue debidamente a nuestro presidente, para lo que no tendrá que dar ninguna orden de búsqueda y captura, pues lo tiene en la Moncloa.

Pablo Delgado Escolar

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