El aviso de la presidenta del FMI Christine Lagarde ha sido demasiado para las Bolsas que no han podido superar el temor y durante la sesión del lunes han visto cómo caían sus números. La Bolsa de Madrid ha caído un 3,2% después de la alerta de riesgo de recesión mundial inminente, pero no ha sido la única ya que también Frankfurt (-3,6%), París (-3,2%) y Londres (-2,2%), se han visto lastradas por el pánico. De esta manera continúa aumentando el pánico, aunque no se puede hablar de una nueva recesión –por que las economías no decrecen-, sino de estancamiento económico mundial, o al menos occidental. Aunque profundizando un poco más se podría calificar esta situación de crisis permanente ya que pese a que algunos países europeos han podido salir más o menos de la crisis, más bien parece que la crisis de 2007 sigue bien presente y no acaba de concluirse, quizás porque no se están tomando las medidas adecuadas. Pese a que el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, ha descartado la posibilidad de que la Unión Europea (UE) sufra otra recesión económica, las ventas se han impuesto en las principales plazas del Viejo Continente, y también las caídas. Lo que esto demuestra es que las declaraciones de los políticos no tienen fuerza ante el poder de los mercados. Y mientras esto sucede, de nuevo la prima de riesgo ha vuelto a escalar hasta los 320 puntos. Recordemos que si vuelve a alcanzar los 400 eso significaría que España pagaría 50.000 millones más de intereses al año.
Y hay más: los seguros de impago de deuda (los famosos CDS) se situaban en los 400 puntos, mientras la prima de riesgo española ascendia hasta los 380 puntos básicos.
Andrés Velázquez
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