Sr. Director:

Parece evidente, la causa de la segunda mayor crisis financiera del mundo occidental es, básicamente, una cuestión de confianza.

Que lo que hace que suban o bajen las acciones, que las empresas inviertan o ahorren, etc. es el clima de confianza que exista en la sociedad. Y España, como es evidente, empieza a perder la poca confianza que le iba quedando.

Todos los españoles tenemos la sensación de haber perdido una ocasión de oro de habernos convertido en la excepción. Porque era muy difícil hacer las cosas tan mal como para dilapidar lo que había, pero el señor del talante, la ceja y la sonrisa se ha encargado de demostrar que, además de inventarse leyes para minorías que nadie necesitaba e intentar contaminar a la opinión pública removiendo el pasado más desagradable, también sabe gobernar rematadamente mal.

Pero en medio de esta crisis en la que, como siempre, los que más ganaron son los que más miedo tienen ahora a perder, queremos fijarnos en las palabras que recientemente ha pronunciado Benedicto XVI al respecto de la convulsa situación financiera global.

El Papa ha dicho que los seres humanos tenemos la posibilidad de construir la casa de nuestra vida sobre arena o sobre roca, según la célebre parábola del Evangelio. La arena son las cosas tangibles, como el éxito, la fama o el dinero, que no tardan en ser arrastradas por las tempestades; la roca, en cambio, es la Palabra de Dios, fundamento de la realidad definitiva, contra la que no hay crisis alguna que la derribe, es también la acumulación de valores. Esperemos que esta crisis nos lleve a construir sobre roca.

Suso do Madrid

susodomadrid@gmail.com