Más de lo mismo: la esposa sucede al esposo, y el esposo continúa mandando. En estos momentos, en los juzgados argentinos existen más de 100 querellas por corrupción contra a los cargos del Gobierno Kirchner, que seguirán paralizadas otro cuatro años, porque de ello se encargará su esposa.
De hecho, lo que debe empezar a preocupar a tan unido matrimonio son las querellas que surjan de aquí al 2011, aunque también podría ser que en ese momento Néstor Kirchner de Fernández se presentara como candidato en sustitución de Cristina Fernández de Kirchner.
En el entretanto, el problema más grave es que en materia de corrupción e inseguridad jurídica la continuidad puede resultar letal. Las reformas económicas más urgentes son las siguientes, pero todos ellas pueden resumirse en una: reducir el poder de la Casa Rosada, el de doña Cristina.
Por de pronto, que los presupuestos sena aprobados por el Parlamento, no por el Ejecutivo, una medida que se pretendía transitoria y que amenaza con convertirse en crónica.
Supresión de los impuestos sobre el patrimonio, por ejemplo el de trasferencias bancarias, verdadera losa para el ciudadano.
En materia de seguridad jurídica, aclarar las tarifas de los servicios básicos a medio plazo. Ahora mismo, la Casa Rosada juega con los servicios y las empresas privadas, la mayoría españolas, responden no invirtiendo un peso en su mejora.
En la misma línea de seguridad jurídica, mejorar la Administración de Justicia, una de las más corruptas del mundo y elevar las retribuciones de la justicia y de la policía.
Inversión pública en mejora de los transportes. No es comprensible el caos circulatorio de Buenos Aires, en un país al que le estallan las costuras.
Renovar la estadística, porque nadie se la cree.
Será Cristina Fernández capaz de hacer frente a estos retos. Desde luego, de su campaña no podemos decir otra cosa que "más de lo mismo".
¡Que Dios se apiade de Argentina!
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com