Se ha impuesto definitivamente a Soria y a Sebastián y continúa acumulando competencias. Sólo le falta dinero

La ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, se ha propuesto hacer carrera política y desde su llegada al cargo no ha hecho más que acumular competencias y desbancar a su colega de Sanidad, Bernat Soria y al de Industria, Miguel Sebastián. Curioso esto último, dado que fue Sebastián quien le propuso como ministro a Zapatero.

Pero, sobre todo, lo que ha hecho la ambiciosa donostiarra es conectar con el propio presidente, quien ha convertido a la ministra en una de sus asesoras más frecuentes.  

Garmendia sabe que ZP lleva pensando en una remodelación del Gobierno desde un día después de tomar posesión el actual, idea que ha ido cuajando a medida que la crisis de ha disparado. Crisis que supondría un cambio total, con la salida de los dos vicepresidentes. Sí, también Fernández de la Vega, porque uno de los secretos mejor guardados en el PSOE es que ZP y su ‘vice' no se han entendido nunca, aunque los dos disimulen a las mil maravillas.

Pues bien, ese es el puesto que quiere Garmendia: la Vicepresidencia. Más que nada por un Ministerio de investigación sin presupuesto. Para investigar no requiere muchas horas de trabajo diario.