En las últimas semanas se ha producido un hecho sumamente revelador sobre el tipo de valores que promueve la Unión Europea, con las amenazas a Hungría de la Vicepresidenta de la Comisión, Viviane Reding, por financiar con fondos europeos una campaña en la que anima a las embarazadas que quieren abortar a contemplar la opción de entregar al niño en adopción.
La comisaria afirma que la campaña va en contra de los valores europeos, lo que plantea la inquietante cuestión de cuáles son esos valores. Bruselas debe explicar por qué cree que la defensa incondicional del derecho a la vida no tiene cabida en Europa y por qué guarda silencio cuando Gobiernos como el español se escudan tras una lectura sesgada de directivas europeas para hurtar a los padres el derecho a elegir la educación moral de sus hijos.
Jesús Domingo Martínez