Visto el éxito del pabellón lleno a reventar para ver a la selección española en Vitoria, tras 22 años de ausencia del País Vasco, algunos tenemos una sana envidia.
También queremos que la selección española venga a Barcelona. Es algo tan elemental que parece mentira que haya que pedirlo: que la selección de España juegue en la segunda ciudad de España.
¿Cómo puede ser que tengamos aún que estar suplicando algo que debería ser tan normal? Es hora de acabar con absurdos complejos y con lamentables censuras políticas.
Los miles de aficionados de la selección española en Barcelona, tal como demostramos en este pasado Mundial, queremos a nuestra selección en nuestra ciudad.
José Aparicio