El juez Fernando Ferrín Calamita sabe mucho de persecuciones. El sistema -aquí sí que puede hablarse de sistema- destrozó su vida.

 

No podían consentir que un católico fuera juez de familia, porque todo el formidable engaño preparado alrededor de la ley de divorcio express (considero que es lo más grave que ha perpetrado Zapatero) y de igualdad y de la Ley contra la Violencia de Género no tiene otro objetivo que destrozar la familia. La única familia que existe que es la tradicional, nombre adecuado, aunque también podríamos denominarla -más adecuado- familia natural: varón comprometido con una mujer, mujer comprometida con un hombre y ambos abiertos a la vida.

Basta con leer la carta del propio Fernando Ferrín, que lo cuenta con más conocimiento de causa que yo.

Antes iban a por Ferrín, ahora van a por Serrano. El objetivo es el mismo: expulsar a los cristianos coherentes de la judicatura. Y es muy lógico. El principal objetivo del Nuevo Orden Mundial (NOM) es controlar la judicatura, especialmente el derecho internacional, que es la vía por la que el NOM pretende crear la tiranía mundial de los anti-valores. La razón es muy sencilla: si la verdad no existe, y tal es el primer mandamiento del NOM, y dado que el hombre no puede sobrevivir sin la verdad, los fallos judiciales se convierten en la única certeza posible.

Hombre, y considerando las estupideces que vierten jueces y tribunales en muchas sentencias, el asunto resultaría cómico si no puede trágico.

Eulogio López

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