Toda amnistía fiscal es un fracaso de la Hacienda pública y de sus servicios de inspección y vigilancia.
Pero a veces lo mejor es enemigo de lo bueno. Como ocurre con la regularización fiscal de capitales publicada a primeros del mes en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Ante la grave situación financiera de las arcas públicas y la salida de capitales que los inversores tenían en nuestro país, el Gobierno ha optado por el pragmatismo.
Un plan de inspección exhaustivo requiere tiempo y medios, que ni Montoro (ministro de Hacienda) ni el fisco tienen.
José Morales Martín