El Papa recuerda que "Es necesario volver a Dios para que el hombre vuelva a ser hombre".
Por otra parte, el Pontífice, subrayó otro punto importante en la narración evangélica de la Anunciación que no deja nunca de asombrarlo: Dios solicita el «sí» del hombre, ha creado un interlocutor libre, pide que su criatura le responda con plena libertad. Y luego de recordar uno de los más célebre sermones de San Bernardo de Claraval, relativo a la expectación por parte de Dios y de la humanidad del «sí» de María, Benedicto XVI afirmó que Dios pide la libre adhesión de María para hacerse hombre.
Cierto, el «sí» de la Virgen -dijo- es fruto de la gracia divina, pero la gracia no elimina la libertad, al contrario, la crea y la sostiene. La fe no quita nada a la criatura humana, sino que permite su plena y definitiva realización.
El Papa concluyó su homilía encomendando a la Santísima Madre de Dios todas las dificultades que vive nuestro mundo en búsqueda de serenidad y de paz, los problemas de tantas familias que miran al futuro con preocupación, los deseos de los jóvenes que se abren a la vida, los sufrimientos de quien espera gestos y decisiones de solidaridad y amor.
Asimismo, confió a la Madre de Dios este tiempo especial de gracia para la Iglesia, que se abre ante nosotros.
Xus D Madrid