En unas declaraciones el ministro Wert se limitó a constatar un hecho incontrovertible al relacionar, el pasado día 2, independentismo y sistemas educativos.
Un somero vistazo a algunos libros de Historia y de Geografía utilizados en las aulas de Cataluña o País Vasco basta para demostrar su afirmación. Aunque sus declaraciones provocaron protestas entre los nacionalistas, la cruda realidad es que España no puede permitirse el lujo de mantener 17 sistemas educativos diferentes. No es una cuestión ideológica, sino de eficacia e igualdad.
Jesús Martínez Madrid