- Argentina se burla de la propiedad privada. Y además, La Cámpora pretende 'expropiar' Radio Continental a PRISA.
- La farsa se convierte en tragedia: Repsol no recibirá ni un peso mientras los ultras que controlan el Gobierno de Cristina Fernández preparan su huida hacia adelante y amenazan con más expropiaciones.
- Al tiempo, el acoso llega al piso de Antonio Brufau en Buenos Aires.
- Y la UE solo acierta a solidarizarse con España pero sin concretar represalias.
La Cámpora, el grupo de jóvenes ultraizquierdistas que coordina Axel Kicillof (en la imagen) y en el que descuella el viceministro económico Axel Kicillof. Hoy mandamás de YPF tras la expropiación a Repsol... y que no sabe qué hacer con la compañía.
Pero sí sabe qué hacer para fastidiar a sus adversarios. Acaba de decidir que YPF, por la que Antonio Brufau pide un justiprecio de 8.300 millones de euros, vale, exactamente, cero euros que, traducidos a dólares o a pesos, son cero dólares o cero pesos. Las matemáticas no fallan ni para La Cámpora.
Además, ¿quién se puede negar que Kicillof ha tenido el detalle de no pedirle dinero a Repsol? Quiero decir que YPF no vale ni 5 ni menos 5: vale justamente cero. Vamos, ni frío ni calor.
Lo cual no es bueno, porque si ahora Kicillof, que no sabe qué hacer con YPF, pretende vendérselo a cualquier empresa está le responderá que si vale cero, están dispuestos a hacerse con ella por cero euros, dólares o pesos. Insisto: las matemáticas no fallan.
Pero la tragicomedia adquiere tintes de tragedia. No sólo porque Occidente no puede permitir que Argentina se burle una vez del derecho internacional -en este caso, de la propiedad privada- porque resulta un precedente peligroso.
Pero, además, La Cámpora da otro paso y ahora se lanza contra todo aquel que le lleve la contraria. Por ejemplo, con Radio Continental, del Grupo PRISA, a quien podría retirarle la licencia.
Y, naturalmente, detrás puede ir Telefónica, Endesa, Gas Natural, Santander, BBVA y demás empresas presentes en la Argentina, La Cámpora, eso sí, tiene mucho cuidado en no herir a empresas de otros países: sería demasiado.
En el mejor estilo mafioso, un funcionario argentino entró en el apartamento de Antonio Brufau en Buenos Aires, para que quede claro lo que le puede ocurrir a quienes se atrevan a enfrentarse a La Cámpora.
Y mientras tanto, desde la Unión Europea se lanzan, sí, mensajes de solidaridad con nuestro país, pero no se concreta ninguna medida o sanción contra la nación austral. Lo máximo, lo que ha declarado el comisario de Comercio, Karel de Gucht: el nuevo acuerdo de libre comercio entre la UE y los países del Mercosur -Argentina incluida- puede verse afectado por esta situación.
Miriam Prat
miriam@hispanidad.com