Sr. Director:
Acabadas las vacaciones, las olimpiadas y la consternación por el accidente de Barajas, pienso que es el momento de hablar del habitual periplo centroamericano de la vicepresidenta primera del Gobierno, Fernández de la Vega.

Estoy convencido que merece una explicación política sobre sus costes y su necesidad. Es evidente que nada hay que objetar a la política de cooperación, ni a la financiación de proyectos sociales en países iberoamericanos.

Sin embargo, resulta discutible que estos objetivos requieran una gira anual de la vicepresidenta al principio de las vacaciones de verano y que no se gestionen a través de mecanismos menos onerosos. Incluso cabría preguntarse si todas las donaciones conocidas en esta última gira están justificadas.

El contexto de crisis y la necesidad de control en los fondos públicos también deberían estar presentes en estas dadivosas giras de la vicepresidenta. A la Comunidad de Madrid le ha comunicado el Gobierno socialista que, por el momento, no le transferirá los 417 millones de euros comprometidos.

Es objetivamente bueno para la diplomacia española tener presencia en Iberoamérica -el Gobierno, a buen seguro, lo sabe ante la posibilidad de que en las municipales de 2011voten los inmigrantes- pero esta gira singular presenta excesivas dudas.

Xus D Madrid

xusdomar@gmail.com