El director alemán Chris Kraus tardó más de ocho años en desarrollar la historia de Cuatro minutos que gira alrededor de una joven con un don extraordinario para la música pero sin ninguna motivación. Un relato lleno de fuerza, interesante pero crudo, en cuyo desarrollo aparece un toque lésbico que sólo puede ser achacable a ese afán de muchos directores por ser "políticamente correctos" a la hora de desarrollar su trayectoria profesional.
Una anciana pianista, que da clases de piano en una cárcel alemana de mujeres, descubre el portentoso talento de una joven y violenta presa, Jenny. Decide presentarla a un certamen musical pero, para lograr el primer premio, ambas mujeres, aparentemente opuestas, están condenadas a entenderse y lo que es más importante: a respetarse.
Película de personajes, del duelo interpretativo entre las actrices Monica Bleibtreu y Hanna Herzsprung sale "chispas", lo que da como resultado que Cuatro minutos mantiene en vilo al espectador desde la primera imagen. Resulta un todo un acierto la forma de abordar el complicado pasado de ambas mujeres, que las ha marcado inexorablemente. Así, mientras el de la joven Jenny lo conocemos a través de sus amargas palabras, el de la anciana y dura Traüde Krüger lo contemplamos a través de flashback (vuelta atrás en el tiempo).
Ganadora de varios premios internacionales (entre ellos el de Mejor película alemana del año 2007). Cuatro minutos es, en buena medida, una excelente radiografía de la sociedad desarrollada actual: capaz, con los medios que posee, de ser capaz de afrontar retos infinitamente buenos pero que no aspira a nada más que a vegetar y a dejar pasar el tiempo sin pelear para solucionar los graves problemas que nos aquejan.
Para: Los que quieran contemplar una buena película con algunos "flecos" polémicos.