La diplomacia española está incumpliendo el comunicado Cagre de enero de 2005, que exige a las autoridades europeas a respaldar expresamente a la disidencia cubana. Moratinos se equivoca al distanciarse de la disidencia cubana. Durante su reciente viaje, no recibe ni a Oswaldo Payá ni a las Damas de Blanco, premios Sajarov del Parlamento europeo
"No hay más que ver la alegría manifestada por el canciller Pérez Roque para interpretar que el acuerdo alcanzado con el Gobierno español para no debatir sobre presos políticos ni política interna es 100% satisfactorio para la dictadura castrista. Son todo ganancias y ninguna pérdida", señala a Hispanidad Tony Guedes, vicepresidente de la Unión Liberal Cubana. Y eso a pesar de que la cifra de presos políticos en la isla podría ascender a los 317 de los que 80 son reconocidos por Amnistía Internacional como presos de conciencia.¿Por qué tanta satisfacción? Porque España no ha negociado la transición, sino la sucesión. La diplomacia de Moratinos exige poco y ofrece mucho: diálogo y cooperación sin exigencias de transición hacia la democracia. Mal negocio, además de inmoral. Porque si de verdad España estuviera pensando en la transición cubana debería de haberse reunido con la disidencia. Finalmente, tarde o temprano, toda transición exige que la disidencia tome un papel activo. "No existe una apuesta a medio o largo plazo", concluye Guedes.
Pero es que además –recuerda Guedes- Moratinos no se ha entrevistado con ninguno de los dos premios Sajarov, otorgados por el Parlamento Europeo. Ni con Oswaldo Payá ni con las Damas de Blanco. Y más: el comunicado Cagre de enero de 2005 autoriza a las autoridades europeas a mantener un diálogo crítico y exigente, pero también les exige un respaldo expreso a la disidencia.
Sí lo han pretendido funcionarios del gobierno español de segundo nivel. Pero ni las Damas de Blanco, ni Vladimiro Roca, ni Oswaldo Payá ni Marta Beatriz Roque han aceptado la oferta. No están dispuestos a rebajar el nivel. "Hay que hablar con los actores del cambio al más alto nivel", señala Guedes.
Guedes considera que la estrategia seguida por el gobierno español es moral y estratégicamente desacertada. En primer lugar, porque se abandona a la oposición. "Ha desaprovechado la oportunidad de solidarizarse personalmente con la oposición cubana y de promover la democracia y los Derechos Humanos en la isla", sentencian desde la Asociación Solidaridad Española con Cuba.
Pero es que además, el vicepresidente de la Unión Liberal Cubana considera que España pagará el precio político del pueblo cubano que se siente abandonado por el gobierno español. Guedes recuerda que en el ‘maleconazo' de 1994, el pueblo se dirigió contra los escaparates de las tiendas para turistas, pero también contra los hoteles regentados por españoles. "El pueblo cubano sentirá al gobierno español como cómplice de la dictadura para mantener los intereses de los negocios españoles", sentencia Guedes.
Además, la apuesta "miope" -señala Guedes- de Moratinos obvia que los países de la UE ex miembros de la Unión Soviética no están dispuestos a pasar por ese aro. Es verdad que el país que ha mantenido una posición más firme, la República Checa, está cada vez más sola. Pero el próximo mes de junio se debate de nuevo la posición común de la UE en relación a Cuba. Pero previamente, la Internacional Demócrata de Cuba (formada por Havel, Aznar, Vargas Llosa y otros) organizarán un encuentro en Alemania en la que participará la canciller Angela Merckel. ¿Qué pasa si Alemania, presidenta de turno de la UE, no asume la posición española en relación a Cuba? Porque es que además, Bush se encontrará próximamente con Merckel. Y es seguro que el asunto cubano está en la agenda. ¿Se atreverá Merckel a enfrentarse a su aliado natural por la errática política exterior española?
Al final, la apuesta de Moratinos puede dar al traste con la diplomacia española y el peso de España en la UE en relación a los asuntos Hispanoamericanos. Sencillamente, nos hemos convertido en poco fiables.
Por último, Moratinos parece no haber calculado que el primero que puede "darle una patada en el trasero es la propia Cuba", señala Guedes. Pecado de ingenuidad por pretender acordar con un Pérez Roque que parece ofrecer su cara más reformista. Innecesaria ingenuidad si se tuviera un poco de memoria histórica. El vicepresidente de la Unión Liberal Cubana recuerda que fue el propio régimen quien maltrató al entonces canciller de España, Fernández Ordoñez (tiempos de Felipe González) al que calificó de "tipejo fascistoide".
Lo mismo le pasó a Abel Matutes siendo ministro de Exteriores en la época de Aznar, que pensó que Roberto Robaina podía ser el reformador del castrismo. "Robaina fue purgado porque los duros no han aceptado nunca ni aceptarán veleidades reformistas", concluye Guedes.
Conclusión: Cuba utiliza a España para distanciarse de la posición común de la UE. Como ya lo han hecho antes Hugo Chavez y Evo Morales. "Puede que le regale algún preso, pero eso no es ningún avance, ya se hizo con Cousteau, Fraga o el propio Felipe González, pero la legislación no cambia y las encarcelaciones continúan", sentencia Guedes. "Estas medidas, positiva para estas personas, no arreglan ni antes ni ahora el tema de fondo, que es la falta de libertades y democracia en Cuba", señalan desde la Asociación Solidaridad Española con Cuba. "Se abre una nueva herida entre el gobierno español y el pueblo cubano", concluyen desde la Asociación Iberoamericana por la Libertad.