Van dos. Primero filtraron a los medios amigos -¿transparencia?- que los culpables de la mala relación entre el Gobierno argentino y las empresas españolas eran los segundos. Ahora, el presidente Zapatero deja plantados a los empresarios españoles. "No es la mejor manera de incrementar nuestra presencia en la zona", señala José María Cuevas.
El presidente de la CEOE considera que el viaje presidencial trata de fomentar la "segunda oleada" de inversiones españolas en Iberoamérica, un mercado emergente lleno de oportunidades. Pero critica la actitud del Gobierno, servil a Kirchner, que deja en la estacada a las empresas españolas que han "enterrado" millones de euros de inversión en infraestructuras.