El secretario de Estado de Economía, David Vegara, publicaba en 1998 un trabajo junto a Óscar Bajo Rubio en el Instituto de Estudios Fiscales. Bajo el título "Federalismo Fiscal y Unión Monetaria en Europa", Vegara critica la "rigidez" impuesta en el Pacto de Estabilidad al considerar los límites cuantitativos como un "sesgo contractivo de la actividad económica".
Por otra parte, Vegara propone una "política fiscal federal" que ponga fin a las denominadas perturbaciones asimétricas. El modelo es el mismo utilizado en los Estados Unidos: unos mecanismos de transferencia de rentas automático, que en Norteamérica resultaron enormemente positivos. En concreto, el secretario de Estado proponía una estructura de financiación al desempleo paneruropea para homologar la política fiscal por la vía del gasto más que por la homologación de los ingresos. Todo ello en un entorno donde los países miembros han renunciado a la política monetaria en favor de la independencia del Banco Central Europeo (BCE).
La propuesta de Vegara significaría que todos los países miembros se harían corresponsables del paro generado en determinadas zonas de la Unión, como los países recién incorporados o los 5 millones de parados que ya presenta la economía alemana. Un buen susto para una economía como la española que lleva años produciendo más de la mitad del empleo de la Unión.