El salmo 82, del que toma el título este emocionante drama y que aparece sobreimpresionado en el arranque de la película, da la pista de lo que contemplaremos a continuación: Vosotros sois dioses, hijos del Altísimo, pero como hombres moriréis y caeréis como cualquier príncipe.
El escenario de la acción nos lleva hasta mediados de los años 90 a las montañas del Magreb. Allí se encuentra enclavado un monasterio cisterciense donde siete monjes viven en perfecta armonía con la población musulmana, a la que ayudan personal y médicamente. Pero un grupo de fundamentalistas islámicos asesina a un equipo de trabajadores croatas cristianos y el pánico se apodera de la región. El ejército ofrece protección a los monjes, pero éstos rechazan la presencia de soldados dentro del monasterio. En la comunidad surge la duda: ¿Qué deben hacer? ¿Irse o quedarse?
Basada en hechos reales, De Dioses y hombres recuerda (a grandes rasgos) la vida de los monjes cistercienses del Tibhirine, en Argelia, desde el año 1993 hasta su secuestro en 1996, unos dramáticos acontecimientos que fueron portada en los informativos de todo el mundo. La vida ordinaria y llena paz de esta comunidad está narrada con sensibilidad y con una maestría que conduce a que el espectador se introduzca de lleno en el ritmo y la vida espiritual de ese monasterio. Igualmente, con acertados trazos, conocemos la personalidad de los siete monjes y la razón de aceptar su destino bien resumido por su abad: el buen pastor nunca abandona a sus ovejas Porque todas las reuniones en el Capítulo de esos siete monjes dejan claro que eran prudentes y coherentes y que, a pesar del miedo, sabían muy bien a lo que se exponían. De ahí, que como bien afirmó Juan Pablo II: El martirio del s. XX es la coherencia. Los monjes que recuerda De Dioses y Hombres fueron coherentes con su fe y prudentes y, precisamente, por esa prudencia, por no renegar a Dios y ganar al cielo aceptaron su martirio.
De Dioses y Hombres ha sido la película elegida por Francia para concurrir a los Oscar en el apartado de mejor película de habla no inglesa. Algo que hubiera sido impensable en nuestro país laico dada la temática de este largometraje.
Para: Los que quieran comprobar que se puede hacer buen cine con una historia de fe y coherencia